El diálogo interno
¿Que es el diálogo interno?
Neider Ruiz Gaviria.
5/17/20232 min read


El diálogo interno entendido como la “autoconversación”, puede estar dirigido hacia lo positivo y constructivo, o por el contrario a lo destructivo y negativo. Si sobresalen estos últimos puede comenzar lo que llamaremos “el auto-envenenamiento”. Lo preocupante es que el uso de un lenguaje limitante y dañino puede traer como consecuencia la muerte neuronal. Esto sucede por la sobreestimulación de neurotransmisores tales como el glutamato o la acción de la hormona del estrés y el cortisol. Podemos decir que la mayoría de nuestros conflictos internos se convierten en un estado mental negativo constante, por lo tanto, es de vital importancia, ser firme al implementar estrategias adecuadas que permitan la resolución de los conflictos internos.
A veces pasa desapercibido, sin embargo cuando comenzamos a transformar el pensamiento y realizamos una reestructuración del mismo, vamos notando un cambio en nuestro cuerpo. Por ejemplo, comenzamos a dormir mejor, mejora el tránsito intestinal, se aumenta la energía y disminuyen los dolores de cabeza. Debes llevar tu atención a lo que estás sintiendo, ponerle nombre, qué te estás diciendo para sentirte así, observar el pensamiento, sin juzgarlo. ¿Qué podrías decirte a ti mismo para sentirte mejor?, ¿Cuál es el primer paso para avanzar?. La clave está en la gestión de la atención, dónde enfocarse, porque a donde lleves la atención, se dirigirán el resto de tus pensamientos y emociones. “La atención es selectiva”.
Las personas tóxicas cercanas a nosotros, afectan nuestras percepciones de manera inconsciente. Debemos ser inteligentes y enfocar la atención hacia un lugar que nos brinde tranquilidad y nos permita el desarrollo del potencial individual, esto con el fin de salir de ese ambiente adverso.
Las expectativas bajas y sombrías ante la vida o el futuro activan los mecanismos de supervivencia, el control lo toma la parte primitiva del cerebro con una activación constante de la amígdala, la parte encargada de activar el estado de huida y miedo. Debemos recordar que esta estructura no reconoce si esos pensamientos son reales o si están sucediendo en el presente (es atemporal). Por lo anterior, es importante que los mecanismos de adaptación sean los adecuados y nos ayuden a avanzar en la vida.